A continuación, en el árticulo presentado, voy a analizar los doce temas fundamentales de la vida espiritual ser humano, entre ellas:
1. La fe; 2. El arrepentimiento; 3. Caída en el pecado. El pecado originario; 4. El tiempo; 5. La justicia; 6. El delito y el castigo; 7. El amor; 8. La bondad y la maldad; 9. El bautizo; 10. La voluntad libre; 11. Mujer y la religión; 12. El despertar.
1. La fe
Tan sólo un verdadero creyente sería capaz a apreciar la esencia de la fe, su significado y su asombrosa influencia en el estado de alma y cuerpo humanos. Pero de estas personas, quienes lo entienden y saben consegir la esencia espiritual, desafortunadamente, no habrán muchas.
La dote espiritual, el obsequio del Creador para nosotros, consiste en darnos aprender a crear formas. Si una persona cree con todo el espíritu de su alma, entonces esta persona crea una forma de apertura al Creador; (al contrario, cuando los sentimientos y la razón de la persona están concentrados en los valores materiales, su fe jamás será verdadera). La forma de apertura al Creador es la misma y única llave del Cielo. Nada más, a parte de la forma espiritual, pueda crear conexión primaria con el mundo espiritual y, en adelante, a través de las vibraciones espirituales, entablar contacto con el Mundo Superior, cual nos favorecerá a recibir la ayuda eficiente de la Cruz, con sus poder y fuerza.
Luego después entra en vigor la ley de elegir. Si en nosotros habrá un deseo real y una voluntad sincera de llevarnos mismos al modo de vivir espiritualmente legítimo (cada uno está absolutamente abierto ante el Cielo, y todos los movimientos de nuestras almas se registran instantáneamente), entonces empezarémos a sentir el apoyo celestial.
Cuanto más fuerte sea nuestra fe, tanto más brillante será el rayo de nuestra comunicación con Cielo; al conseguirsela Ustedes sentirán más seguridad y protección y más de la ayuda Divina.
2. El arrepentimiento
El arrepentimiento consciente, es un reconocimiento de nuestra iniquidad y un intento de renunciarnos a la vida pecaminosa. Supongamos que la persona equis ha decidido de arrepentirse, pero sigue cometiendose los pecados. En esta situación contradictoria la persona parece a un criminal, él que logró despertar su conciencia solo para corto rato, pero debido a sus nuevos pecados, es decir, los crímenes, esta persona no logrará a reducir el saldo total de sus pecados.
Y de nuevo se continuarán sus visitas al templo para cumplir nuevas penitencias y «absolución» de pecados. Bueno, tal vez cumplirán más ayunos y pronunciarán más oraciones, realizarán más peregrinajes a lugares sagrados. Mucha gente confunden estas actividades con una vida espiritual activa, considerándolas bastantes para su completa satisfación espiritual.
Como resultado de tal enfoque equivocado, en los creyentes aparece una opinión sostenida de que cometer un pecado no es tan malo y peligroso. Es porque nuevamente se puede visitar el templo y recibir allí nuevas absoluciones de los nuevos pecados. Esto complace la pereza y corrompe espiritualmente a la persona creyente. Por lo tanto, a todos y todas creyentes en absolución de pecados de tal manera, les siguen acompañando los problemas en sus destinos, agobiándoles más y más. La etimología de la noción «el destino» viene de la palabra «el juicio» (en el idioma ruso, nativo de Y. N. Lutsenko – la acotación del traductor), entonces el destino nos está mandando sus señales, es decir alertas, y lo hace sin piedad, por medio de desgracias, cuando nosotros estamos pecando o hemos malinterpretado algo en el proceso espiritual.
En la práctica jurídica el retorno a los delitos se llama la reincidencia y la ley se la castiga con más severidad, en comparación con el delito cometido por primera vez.
Conclusión: el arrepentimiento sin una verdadera y consistente reducción de los pecados quisiera comparar con el correr en el lugar, cual se les conviene sólo a los espiritualmente perezosos.
Durante los sermones nos dicen que sufrimos por nuestros pecados. Aún más, se nos dice que Jesucristo, con su muerte física, redimió nuestros pecados, si creemos en Él. Entonces ¿por qué seguimos sufriendo después de cada una nueva comunión con la absolución posterior? Nisiquiera manipulación eclesiástica abolirá el castigo del Cielo. Los hechos hablan por si mismos. Si no sería así, entonces les pregunto a Ustedes ¿por qué el destino y la vida siguen pegando a los que ya han arrepentido en el templo y estaban perdonados por sus pecados allí un montón de veces? ¿Dónde está la lógica?
3. Caída en el pecado. El pecado originario.
El ser humano tiene tres sistemas de generación para formas (la forma es la radiación manifestada).
El cerebro anterior está formando pensamientos, la envoltura astral da forma a los sentidos, el espíritu genera sensaciones que se perciben por el cerebelo. Tan sólo él espíritu es capaz de percibir las vibraciones superiores y transformar las ondas en imágenes.
La velocidad de emisión del pensamiento consta unos 300 mil kilometros por segundo, la de los sentidos es doble más rápida (según la física de torsión) y las sensaciones son mucho más rápidas que los sentidos. Es decir, nuestros sistemas del pensamiento, sentidos y sensaciones funcionan sobre tres ondas distintas, que por la velocidad de cada una de ellas, se diferencian y demasiado.
La conexión del ser humano con la Luz se realiza a través de vibraciones espirituales. Los sentimientos y pensamientos no son capaces de realizar esta conexión.
Desde tiempos remotos Lucifer provocaba al ser humano a conseguir más independencia (de hecho la independencia falsa) y se lo hacía alimentando las vanidades humanas. Para que el hombre se pusiera a pensar y tomar decisiones sin alinearlas con sensaciones espirituales, evitando la conciencia (en este caso la vergüenza), y por lo tanto perdiendo la cominicación con la Luz. Poco a poco Lucifer logró conseguir su meta.
Durante numerosos turnos generacionales, debido a una mayor demanda, creció la masa celular de la parte pensante anterior del cerebro, y la posterior (cerebelo) comenzó a degradarse, contraendose y perdiendo la capacidad de usar ondas rápidas para comunicarse con la Luz.
Con cada nueva generación este proceso fisiológico se profundizaba más y más, sin pararse hasta nuestra actualidad. A consecuencia la humanidad finalmente rompió su conexión con el Cielo, perdiendo la fe originaria en Dios. Esa es la esencia fisiológica de caída en el pecado. Al nacer el bebé se produce una predisposición al crecimiento de la parte razonable o sea meditativa del cerebro, en detrimento al desarollo de la parte perceptora. Así es como funciona la ley evolutiva. Una función del cerebro cada vez menos demandada muere, al contrario, la que es más involucrada, empieza a generar la base genética para posterior crecimiento en las próximas generaciones. Ahora la mayoría de seres humanos se vuelven materialistas desde su nacimiento, ¡es el pecado originario en su imagen contemporaneo!
Con cada nuevo milenio, la cantidad de violaciones de las leyes morales por la gente crecía aumentandose. Si los hechos y palabras de una personalidad equis, después de su muerte física, siguen siendo la historia breve, entonces los pensamientos y sentimientos de la misma personalidad equis se quedan en el correspondiente espacio paralelo para mucho más larga distancia temporal. En religión, la parte negativa de habitantes en el mundo paralelo, se llama demonios.
Es erróneo pensar que vivimos una vez. De hecho, revivimos al menos unas cuantas vidas. Y en cada siguiente de nuestras vidas, engendramos nuevos y nuevos demonios, entonces ellos transpasan junto con nosotros, sus creadores, en nuestras vidas posteriores, generandonos problemas desde el nacimiento hasta que no redimimos nuestros pecados finalmente y verdaderamente. (Para saber de cual modo se puede expiar el pecado, lean aquí abajo en la sección №6 «Delito y el castigo»).
Los demonios están unidos en las redes. Son controlados y guiados por Lucifer para cortar cualquier intento del espíritu humano con ganas salir de la trampa y restablecer conexión con la Luz.
Resulta que el que tiene la fe, voluntad y paciencia, está luchando contra los pecados apoyándose en la Santa Voluntad a través del bautismo. No es fácil soportar los feroces ataques de las tinieblas: los demonios, a través de nuestra razón, intentan privarnos a la fe y así privarnos de la Luz sea ayuda Celestial.
Los hallazgos arqueológicos de restos de la civilización tecnológica, encuentrados en estratos de suelo con la edad de cientos de millones de años, hablan de una estancia significativamente más larga de la humanidad en la Tierra de lo que la opinión pública cree (Michael Cremo, «Arqueología Prohibida»).
¡Imagínense qué increíble, por sus potencia y volumen, la cantidad de demonios se había acumulado durante este periodo!
Síguen con mi terapia espiritual. Hay que saber a cómo defendernos de formas mentales, en las cuales la oscuridad nos arrastra. Tengan en cuenta, que el cerebro no es capaz de determinar, diferenciando mediante la razón, qué pensamientos son propios nuestros y cuáles son impuestos por demonios. Sólo el alma puede reconocerlo, pero el alma está cortada sea separada de nosotros, en el caso de cuando nos falta la fe.
De esta manera tan traicionera, Lucifer mantiene cautivos no sólo a los materialistas, sectarios, magos astrales y a magos abrir la caja de Pandora, sino también a una gran parte de la gente digna y creyente.
Reduciendo la cantidad de sus pecados, el ser humano recupera sensaciones espirituales, exclusivamente capaces de separar, que ideas se le vienen por parte de la oscuridad y que pensamientos son de la Luz; así la actividad mental razonable regresa bajo el control de la persona.
El cerebro es un instrumento impecable, pero bajo el control del espíritu, es decir, con amor y conciencia, él se hará aún más productivo, y lo que es más importante, el cerebro dejará de dañar a sí mismo, tampoco a los que lo rodean, entonces saneará a la ecología. Es la única manera de poner orden en la Tierra. Si todavía no sea tarde para esta urgente misión global humana.
No hay que contar lo que le pasa a la gente, lo que sucede en las familias, en las ciudades, en los países, Ustedes mismos lo están viendo de día en día. ¿Quién es el creador de todos nuestros males, enfermedades y problemas? Obviamente, la propia gente. Nos castigan no tan sólo los errores actuales, sino también nuestro pasado anteriormente no redimido.
Es el resultado de nuesta caída en el pecado.
4. El tiempo
El tiempo es como un camino, un sendero sobre cual cada persona, en transcuso de su vida, deja huellas. Son muchas y intensas, si la persona es activa, o poco visibles, si es perezosa. Estas huellas parecen feas, si el peatón es egoísta y envidioso, o se ven brillantes, si el transeunte vive para los demás, si él es capaz de amar con alma y compartir su alegría. Cada alma humana también puede ser comparada, es como una página del libro del ser, donde desde el principio de los siglos se registran todos nuestros actos.
Por si mismo el tiempo es inmóvil. Lo medimos con periodos, por medio de cantidad rotaciones de Tierra alrededor del Sol, una correponde a un año, dividimos el año en 12 partes, recibimos un mes etc. No es el tiempo lo que se mueve, se mueve el planeta, se mueven las flechas del reloj en el dial, hoy exite un montón de instrumentos para medir los periodos de tiempo.
Nuestra vida en la Tierra también está limitada con el período, mientras que nuestra alma permanezca en el cuerpo (el nacimiento es la muerte).
Durante el período vital físico, la persona debería evolucionar, sobre todo, espiritualmente. Es decir, transpasar de la fase inconsciente a la fase consciente de su vida, aprendiendo a vivir según las leyes de la Creación. Teniendo en cuenta no sólo el componente físico-químico-biológico, sino también el componente moral de estas leyes. Eso es el significado sagrado vital, el significado principal de la estancia humana en la Tierra.
Habiendo tomado las leyes para cumplirlas, el ser llamado con la noción hombre, finalmente se convierte gradualmente en el verdadero ser humano , sin envenenar la vida de sí mismo y la de los demás. (La corrupción, el proceso tan destructivo para cualquiera sociedad, en este caso debería desaparecer).
Desafortunadamente, la misión principal del hombre había sido reemplazada por la búsqueda de comodidad y de los bienes materiales, en vez de cumplir la misión noble, para la cual en el pasado hubo tiempo, aunque limitado; pero hoy es mucho peor, el crédito del tiempo prestado ya está casi agotado.
Por desgracia, desde el pasado hasta hoy día, en transcurso de milenios y siglos, la humanidad no logró aprender la lección, a pesar de tantos mensajes desde arriba.
Las principales causas de la derrota espiritual humana son:
- Los fundamentos de las religiones mundiales están distorsionados desde sus orígenes, lo que se refleja en sus fragmentaciones, en numerosas ramas religiosas, las que están luchando entre sí. En toda la historia humana ninguna de las ramas religiosas logró llevar a su rebaño hacia una vida justa. La prometida Segunda Venida eliminará estas distorsiones.
Miren lo que escribe el apóstol Pablo: «Porque en parte sabemos, y en parte profetizamos; mas cuando venga lo perfecto, entonces lo que es en parte se acabará». (Primera de Corintios, capítulos 13:9-10). Es decir, distintas confesiones gozan de variantes imperfectas, tomadas de diferentes apóstoles.
- La pereza espiritual en mayoría de la sociedad, que pone la razón, de instrumento principal, por encima del espíritu. La gente desviada valoriza las ganancias y el entretenimiento más que la justa conciencia y el amor.
Esto llevó a nuestra civilización hacia su degradación moral y hacia imposición de la sentencia merecida, de la cual, al parecer, paso por paso ya está ejecutándose.
5. La justicia
La llamada a vivir según los mandamientos, perdida en la ceniza de los siglos pasados, las llamadas de predicadores actuales, las que no se cumplen por mismos predicadores, impide profundizar en nuestro entendimiento la misma esencia de los mandamientos, tampoco nos da a entender la tremenda influencia de su incumplimiento para los destinos de la humanidad.
Es curioso señalar, que a nadie le gusta ver cómo un Estado, capaz para ser fuerte en su justa organización, está destruiyendose por la corrupción desenfrenada, por la infrenable codicia de ricachones o por la descarada agresión de un país, con el objetivo de apropiar la riqueza y el territorio del otro país.
Todo esto es un resultado del incumplimiento de los mandamientos.
Puesto que nadie en la Tierra es santo, entonces cualquier pecador, con su conducta, en mayor o menor grado empeora la situación planetaria y está involucrado en el problema. Movernos hacia la Luz, de hecho significa separarnos del proceso destructivo. La multitud de la gente en su conjunto, quizas, no lo puedan hacer, pero cada uno de nosotros en personal y separado sí, somos capaces. Entonces nosotros, los solitarios, en última instancia, podemos dar ejemplo a los demás.«Adquiere un espíritu de paz y miles a tu alrededor se salvarán» (Serafín Sarovski, gran asceta de la Iglesia cristiana ortodoxa rusa – la acotación del traductor).
Planteémonos una serie de preguntas:
¿Si existen muchos, quienes están satisfechos con su vida, si vivimos en alegría y no tenemos problemas especiales? Sólo se refiere a los miembros activos y honestos de la sociedad.
¿En cuál grado le interesa a Usted la religión?
¿Si cree en Dios?
¿Si se esfuerza Usted seriamente por aprender a vivir según los mandamientos? En el caso afirmativo, ¿se ha dado Usted cuenta específicamente de lo que significan los mandamientos y cómo cumplirselos?
¿Quién o qué le impide a vivir según las leyes de Dios?
¿Quién impide seguir los ejemplos, cuales nos enseñaron los ascetas destacados de la historia cristiana ortodoxa rusa?
¿Si se han encontrado, tanto en el seno de la iglesia como fuera de ella, con personas que tuvieron la experiencia de vivir según los mandamientos?
Si a Usted no le interesan aclarar estos asuntos personalmente, o si se los ha delegado a otras personas para su interpretación, y no importa lo autoritativo que parezcan estas personas, si Usted carece de voluntad o simplemente tiene pereza para enterarse; entonces Usted no tiene ningún derecho moral de quejarse de la vida, ya que la vida se arregla por el esquema sabiduría popular «Todo cae por su propio peso, quien siembra trigo recoge pan, pero quien siembra viento, cosecha tempestad». Es decir, si sembramos los pecados, vamos a cosechar sus consecuencias. Pocos tienen ganas de declararse culpables. En vez de eliminar la causa del problema, muchos, con una increible pasión, se meten a eliminar numerosas consecuencias del error cometido. No hay fin para ejemplos.
Hace dos mil años, cuando Jesucristo estaba pisando la Tierra pecadora, Él nos asignó una tarea perfectamente factible: aprender a vivir según la ley, según los mandamientos. Sin nuestra victoria sobre los pecados, no hay nuestro amor a Dios. Esto fue dicho no por un apostol o un santo, señores creyentes, sino por el mismo Hijo Fundador y el Lider Eterno de la Iglesia Cristiana: «Si me amáis, guardad mis mandamientos» (San Juan, 14:15).
6. El delito y el castigo
¡Ay cómo, a veces, a los adultos no les gusta el comportamiento de sus niños! Reaccionan con gritos, con irritación, usando un rico arsenal de opciones para castigo.
Pero el comportamiento incorrecto de los niños no vale nada en comparación con maldades cometidos por sus padres, quienes, ante todo, son adultos, lo que significa enseñados y educados. Entonces ¿quién les hará entrar en razón a los niños y les enseñará su comportamiento correcto? ¿Si existe ese poder? ¡Sí, existe! Es Jesucristo, Padre nuestro, un padre espiritual estricto al quién casi todo el mundo está rezando y a quién casi nadie sabe amar de verdad.
A los seres humanos fue otorgado un tiempo terrenal considerable, para educar en si mismos personalidad moral y espiritual. Lo que la humanidad, en su masa principal, no tiene ganas para cambiarse a lo mejor, finalmente se hizo claro después del asesinato de Jesucristo. En el momento de Crucificación, desde Arriba, fue tomada la decisión para preparar la Segunda Venida y el Juicio Final. En nuestros días estos dos Actos Celestiales ya se están realizándose.
Todos nuestros errores morales, quisiéramos o no lo quisiéramos, están sujetos a expiación. Así debe de ser para guardar la justicia, por lo menos en el mundo arreglado según leyes del Creador.
Una vez que habían cometidos los primeros pecados, apareció la advertencia: cada acto de Ustedes, sea bueno o malo, se les devolverá multiplicado.
Entonces, ¿cómo expiar los pecados ya cometidos? A esta pregunta, en la Biblia, hay una respuesta breve y exhaustiva: «Porque si perdonáis a los hombres sus ofensas, os perdonará también a vosotros vuestro Padre celestial...» (San Mateo 6:14).
Por cada pecado cometido, recibimos, tipo la multa, merecidos problemas y enfermedades, con cuales la ley nos ofrece a redimir nuestra culpa.
La expiación sucede en caso de cuando el culpable entienda la esencia del proceso, pueda perdonar sinceramente al abusador (como sugiere la cita arriba mencionada), no se queja del destino, en fin reconoce inevitabilidad y necesidad del castigo suyo a propósito de expiar el pecado. Esta opción funciona sin intermediarios. De intermediarios pueden ser sólo tres: el pecado, la acción de la ley contra el pecador y el proceso correccional del error de una forma sincera y correcta. Verificado por la experiencia. Esa es la esencia de humildad ante la ley y la fuerza de humildad en la expiación del pecado.
Favor comparen:
1ª Opción. Durante siglos, cientos de miles de creyentes iban a confesar para la absolución de sus pecados. Sus destinos y su salud, después de tantísimas revelaciones, no se cambiaron para mejor, tanto a escala individual como a nivel de naciones enteras. Este hecho predetermina una conclusión obvia: la verdadera absolución no se había realizado, los pecados se quedaron no redimidos. Se nos dicen que sufrimos por pecados, pero cada nueva absolución no elimina nuestros posteriores sufrimientos.
2ª Opción. Los antiguos ascetas espirituales en Rusia, con sus prácticas espirituales, demostraron que tan solo tres cosas: la fe, voluntad y la paciencia facilitan a iberar al ser humano de su hibernación espiritual y se le conducen hacia un cambio fundamental de su destino para mejor. Por ejemplo, una personalidad bien conocida como Sergio de Radonezh (en ruso: Сергий Радонежский, Sergui Rádonezhski, 1315-1392 – la acotación del traductor), adquirió santidad sin salir del bosque intransitable, donde no hubo ningún tipo de mediadores en la redención.
¿Cuál es la diferencia entre dos opciones, la1ª y la 2ª?
En la primera de las dos están ocultas la pereza espiritual o falta de conocimientos sobre el camino hacia la Luz, tal vez ambas cosas. La segunda opción demuestra logro espiritual, reconocido por toda la nación.
En la primera podemos observar el incumplimiento de los mandamientos y a consecuencia el sufrimiento masivo. En la segunda adquirimos la experiencia real y sus frutos útiles, si vamos a cumplir los mandamientos, con transmisión de la expiriencia exitosa tanto entre los contemporáneos del asceta, como hacia nosotros, los que vivimos hoy.
En la 1ª opción se ve el cumplimiento a los preceptos confesionales de modo superficial, el amor a Dios se realiza sólo en palabras. La 2ª opción contiene en sí el trabajo perenne y la verdadera eucaristía a la palabra de Jesucristo.
En la primera opción están los cristianos que se esperan la misericordia de Dios, el Dios a quien no aprendieron a amar de hecho. En la segunda saludo a los verdaderos cristianos, por esencia, cuales por su impecabilidad merecen recibir los bienes del Señor, a quien aman impecablemente.
Elijan Ustedes mismos, con quién compartirían su camino.
«La pereza es madre de todos los vicios». De mi parte voy a añadir: y de todos los problemas.
7. El amor
En Evangelio de Mateo, capíitulo 24:12, Jesucristo pronuncia la frase: «Y por haberse multiplicado la maldad, el amor de muchos se enfriará». La iniquidad es pecado y se refiere a los egoísmo, envidia, gruñido, celos, ira, resentimiento, cobardía, codicia, crueldad, adulterio etc.
Estos pecados matan el amor, ya que se cortan el cuerpo humano del espíritu, porque sólo el espíritu es capaz de amar. Otras vanidades, aun cuando menos peligrosas, entre ellas, la atracción, la sensualidad, la pasión y varias otras tampoco tienen relación con el amor.
Quizás, en algunas ocasiones opsecionales, haya una manifestación de amor real, pero por lástima, esta iniciativa, al mismo tiempo tanto positiva como minúscula, no influye seriamente al curso de los acontecimientos globales.
El amor del Señor es comparable con rigor y justicia de las leyes invisibles, cuya acción se manifiesta muy claramente en los acontecimientos terrenales, en los destinos humanos. El amor estricto sólo duele donde ocurre lo injusto, se hace el mal. El dolor es un factor que nos está educando y corregiendo.
Así, para nuestro mismo posterior beneficio, el diálogo con el Creador se lleva a cabo junto con el dolor de las pérdidas, trás Sus tentativas de darnos el chanse en redimir nuestro pasado, para librarnos de vicios y para crear de nosotros una persona digna que no tenga miedos a excepión del miedo a violar leyes. Pero persistimos en no hacer esfuerzos, porque la pereza nació antes de nosotros.
Según la libertad de elección, dada por el Señor en igual grado a todos nosotros, cada uno tiene derecho a su postura vital personal. Desfortunadamente la totalidad de posturas vitales unidas en la común colectiva, ha llevado a la humanidad hacia la calle ciega y el final del callejón sin salida ya es visible.
La persistencia en la ignorancia espiritual y el compromiso con los vicios es un gran arte en la vida de los vagos. Si estos perezosos hubieran direcсionado su insistencia superpotente en hacer buenas obras, talvez ¡se harían santos!
Sin embargo, el Creador, a diferencia de nosotros, no cambia sus leyes, y si la humanidad desea seguir el camino hacia catástrofe, acompañando la marcha con fanfarrias en honor de logros inútiles, entonces será la elección de la mayoría loca; nuestra elección, en este caso sería, participarnos en el suicidio colectivo o nó.
8. La bondad y la maldad
En la vida cotidiana obsevamos numerosas formas del bien y del mal, mejor dicho de sus manifestaciones.
Para determinar las dos nociones sirve tan solo una definición: todo lo que es útil para la persona, su familia, para la gente, el país, para el mundo entero, podemos calificar como la bondad; al contrario, todo lo que se les causa daño es maldad.
Sin embargo, todos somos diferentes, por eso nuestras definiciones y apreciaciones para el mismo acontecimiento también serían diferentes.
Nuestro punto de vista está moldeado por nuestra ideología. Por eso la opinión del materialista puede ser polarmente diferente de la del creyente.
Por ejemplo, la enfermedad para el materialista será una maldad, y el creyente se la considerará como una redención necesaria, como un castigo por los pecados cometidos. De tales ejemplos hay un montón.
El punto de vista materialista, con la que viven cierta parte de la humanidad, crea en ellos una ilusión de su impunidad. Esta gente, de vez en cuando, puede ignorar las leyes sociales, teniendo la oportunidad, de vez en cuando, rescatarse del castigo al pagar la multa oficialmente o corrompiendo, con soborno etc; al mismo tiempo los materialistas no creen en las leyes superiores, que están supervisando al ser humano mucho más estricto, permamente, es decir, sin vacaciones, fines de semana y pausas para el almuerzo.
La famosa frase «Después de nosotros, incluso un diluvio», habla del punto de vista de los creyentes en única y la última vida, y que después de su muerte no tendrán que responder por nada. Es un delirio peligroso. En el Juicio Final no estará anulado anuimpunemente ninguna culpa, ni una equivocación. Aunque muchos de acusados ya redimieron algunos de sus errores durante la vida terrenal.
Fueron el rechazo de la evolución espiritual y falta de respeto a las leyes de la Creación, las dos cosas que están llevando a la civilización humana hacia el colapso. Es la maldad incondicional.
Los Enviados de la Luz trataban de detener la degradación de la humanidad, pero a ellos expulsaban y les asesinaban. Después de estas barbaridades, para El Señor se quedó solo una manera de poner orden en la Tierra. Con sugerirnos la última vez para que nos arrepentamos, a través de la próxima Venida, con una solo pregunta: ¿están conmigo? En el caso que NO, entonces será el último día de la civilización destructora en la Tierra. Liberada de todo lo que interfiere con la vida normal, la Tierra prosperará. ¡Es una bondad incondicional!
9. El bautizo
Hay una causa de porque el bautismo fue exigido, como un acto necesario, sólo con la aparición de Juan el Precursor en la Tierra.
Muchos cientos de miles de años, de un siglo a otro, los pecados humanos se almacenaban y la invisible parte de ellos (la parte astral) creció hasta una enorme nube de demonios. Por lo tanto, para el momento de encarnación del profeta Juan y luego de Jesucristo, se hizo necesitado el bautismo. La nube demóniaca creció a tal densidad que nadie de los seres humanos fuera capaz de liberar su alma sin la ayuda desde Arriba.
Como pueden ver, cuando haya una causa, siempre habrá una consecuencia.
Y ahora maginen que alguien, a solas, estaría tratando de resistir, con su potencial espiritual solitario, contra todo el poderío de esta enorme armada demónica. No logrará resistirse.
El bautismo sí, nos ofrece esta oportunidad. En los momentos, cuando las tinieblas ya se nos han creado un ambiente insoportable, la Luz acude en ayuda, protegiendo al peregrino, ayudándole a continuar su avanzamiento. Esto es posible tan solo con una condición pero doble: disponibilidad de la Fe y con los máximos esfuerzos volitivos en la lucha contra los vicios.
La Santa Voluntad es infinita en su poder. Para ella, las tinieblas son papel mojado o hierro podrido. Para la Santa Voluntad la maldad es nada más que una miga no comestible, un granito de arena inutil con propagación en el pequeño parche de materia áspera y astral en espacio alrededor de la Tierra.
Alguién preguntará, ¿por qué el Dios todopoderoso no destruiría a toda esta inmundicia, facilitando nuestro avanzamiento hacia la Luz? Mi respuesta será siguiente. Ante todo, el ser humano debe quitar su suciedad con sus propios manos, por justicia. En segundo lugar, Dios nos da la oportunidad de expiar los pecados voluntariamente, durante un largo período, para que nosotros, personalmente, por nuestra cuenta, luchemos por el derecho de estar nombrados el hombre a imagen y semejanza de Dios. No es fácil, pero es posible.
El alma está encarnada en la Tierra con el propósito de librarse ella del paro espiritual y para que adquiera conocimientos de las leyes de este Mundo. El alma no se conoce el frío ni el hambre. Pero en conjunto con un cuerpo, cual necesita alimentos y la protección contra extremos del clima etc., entonces obliga al alma a aplicar esfuerzos continuos.
La necesidad es la madre del movimiento. La lucha por supervivencia desde principio, y en vísperas del Juicio Final aun más, está diseñada para derrotar a la pereza espiritual.
Desafortunadamente, la vida pecaminosa a largo plazo se nos ha complicado seriamente nuestro camino hacia arriba.
Sólo emocionalmente el hombre peca decenas de veces al día. Multipliquen estas decenas por días vividos, añaden errores de los años pasados, resultará una enorme suma de pecados y todos ellos requieren la redención. Sin conseguir ella, no nos dejarán subir al Paraiso.
¿Qué pasaría en el caso de si la Santa Voluntad comenzara la inesperada destrucción total de las tinieblas? Inmediatamente, según la ley de devolución pecados a su fuente, miles de millones de demonios no redimidos colapsarán sobre los seres humanos a la velocidad del relámpago. Cada uno recibirá lo suyo.
De golpe se ocurrirá la redención violenta que afectará a toda la humanidad. Se lo va a pasar justamente en el apogeo del Juicio Final. Aparentemente él es inevitable, pero por ahora todavía hay tiempo para arreglarnos.
10. La voluntad libre
Para entenderse a sí mismo y librarse de muchos males, basta con que una persona se ocupara al menos de un par de leyes. Por ejemplo, la Ley de Elegir. Estamos dotados de él desde el nacimiento. Si hay opciones para nuestro elegir, también habrá la responsabilidad por el variante eligido. Cuando hacemos buenas obras o las malas, rellenamos nuestro karma con correspondientes grabaciones.
Esta ley está diseñada como un elemento de verificación.
Quien tenga suficiente fuerza de voluntad para derrotar a la pereza y eligir voluntariamente el camino moral, se convierte en un ser humano. El que no elige el sendero moral sino escoge calles ciegas, el Señor no lo reconoce como un hijo de Dios.
Es un proceso rutinal de la selección. Lo mismo sucede en la naturaleza, tanto para ella como para la sociedad las leyes son mismas. El fuerte sobrevive, el perezoso y débil se va al olvido.
Segunda ley de la voluntad libre, la Ley de Recompensa, controla el inevitable retorno de las consecuencias de nuestras acciones, palabras, pensamientos y sentimientos hacia su origen, su fuente concreto humano. Si las formas son malignas, a cuales la persona no pretende a redimir, entonces ellas se ponen a arrastrarse detrás de la persona, debilitarlo igual que la mochila pesada, y cuanto más lejos siguen por el hombre, más y más lo privan de su salud y bienestar, aun peor, limitan a la persona en su libertad de elegir debido a problemas crecientes.
Este es el castigo por las «diabluras» de las personas cultas y bien educadas, orgullosas con su mente y, al mismo tiempo, incapaces de comprender dependencias elementales de nuestro Mundo hermoso y justo, creado por el Señor.
Sería muy importante saber de que el hombre se está obligado a dar el primer paso hacia la Luz por sí mismo. Así lo exige la ley de elegir. Con este paso humano, realizado personalmente, la Luz reconoce el deseo sincero de la persona, junto con sus acciones bondadosas; desde aquí se arranca el proceso de redención, a través de la humildad, entonces empieza la disminución de la masa pecaminosa.
11. Mujer y la religión
Las opiniones equivocadas en cuanto al sexo femenino, por parte de algunos cléricos, son totalmente inapropiadas e injustas desde el punto de vista espiritual. El tipo de sexo humano no determina la pureza del alma, las cualidades espirituales personales sí son lo que determina y mide el grado de esta pureza.
Está prohibido dejar entrar a las mujeres dentro del altar, en el santuario más sagrado del templo. Al mismo tiempo, en el santuario de los santos entran los que mismos no son santos, es decir los consagrados por los iguales predecesores, cuales tampoco fueran santos.
Siguiendo tal lógico o absurdo, a las mujeres, quienes parieron a los curas, habían identificado como la parte impura de sociedad.
Pero si alguien fue parido por una madre impura, ¿quién es? Un vástago de pureza deslumbrante, ¿sí o no?
Por un lado, desde hace mucho tiempo, es una injusticia impuesta y persistentemente defendida contra la mujer, cual carecía no sólo de derechos políticos, sino también de los sociales.
Por otro lado, una mujer fisicamente hermosa llama la atención de los hombres y a menudo aun más, sus deseos, y si a parte de ser bella ella sea inteligente e inaccesible, entonces ¡es la bruja!
Extrañamente, en la Edad Media, yo no sé porqué, estas calidades femeninas hicieron culpable la mujer a priori, considerándola fuente de la seducción diabólica para los hombres (a continuación con ironía -- la acotación del traductor) hombres con voluntad historicamente débil pero «puros e inocentes» desde la época de Adán y Eva, hombres, cuales por ocasión se hicieron los principales acusadores y perseguidores de la mujer medieval. Patriarcado revuelto, ¡más nada!
Favor me permiten seguir abogando a la mujer. Supuestamente ella es la única culpable de que da a la luz un niño pecador, es decir, el pecado originario se transmite a través de ella, la hembra. El macho, al participar activamente en la misma concepción, es aparentemente santo, espiritualmente impecable y no es responsable por la calidad de descendentes, ¿sí o no? Es una pregunta para todos super intelectuales super espirituales.
En el capítulo «La caída en el pecado...» (el capítulo №3 -- la acotación del traductor) el pecado originario se describe detalladamente, en particular ¿lo que es, por qué razones y bajo qué circunstancias se originó?
¡Ambos sexos son culpables en la misma medida!
El hecho de que Eva le ofreciera a Adán la manzana pecaminosa no significa de que el primer hombre no tuviera que morder la fruta, sino reprender a Eva. Pero Adán no lo hizo, y por su propia voluntad compartió el pecado con Eva.
Al igual que antes y ahora, el hombre de siempre tenía y sigue teniendo la participación en la culpa femenina, a veces cayendo en la tentación y a veces iniciandola él mismo.
Por desgracia, el delirio medieval sigue viviendo y cultivándose en las mentes de los creyentes.
La sociedad, en la cual una mujer se encuentra en condiciones de desigualdad con un hombre, no se desarrollará espiritualmente de forma correcta, porque este principio equivocado está construido por encima de una base falsa.
En comparación con el hombre la mujer es más sensible a las vibraciones superiores de la Luz. Esta es la calidad «la más bella» natural de la mujer, con cual ella atrae a los hombres, en el caso de si ella no perdió sus habilidades en aficiones con moda, en entretenimientos etc.
El comportamiento femenino influye enormemente en el aspecto moral y en la cultura social de la humanidad. Por lo tanto, Satanás se esfuerza mucho para menospreciar el valor a la mujer, aprovechándose de la ignorancia humana. Con apoyo de sus adeptos, él cultiva gran variedad de depravaciones dentro de la parte femenina moralmente inestable, y al lográrselo, se pone a ironizar con la pureza del sexo débil.
Las mujeres que se han lograrado guardar su pureza espiritual, ¡alegráos, vuestro tiempo está llegando! ¡Qué se guarde la belleza de vuestras almas, se la necesitan vuestros hijos, vuestros maridos, vuestras naciones y el Mundo entero!
12. El despertar
El poderoso flujo, el barrendero de la oscuridad, se intensifica de día en día, da apoyo a los que caminan hacia la Luz, revelando con su presión todo lo oculto en el hombre. Todo lo oculto se vuelve explícito. Nada puede quedarse ocultado en la persona: ni hipocresía, ni mentiras, ni codicia patológica. De todas las hendiduras sale arrastrándose una larga culebra de vicios y deficiencias humanos: grosería, insolencia, la presunción de todos tipos, crueldad y la indiferencia.
Hoy cada uno de Ustedes está bien informado de los acontecimientos negativos a nivel mundial: epidemias, desastres tecnológicas junto con cataclismos causados por la naturaleza, anomalías, conflictos entre los países y entre corporaciones, colectivos, dentro de las familias etc.
La maldad está entrando en la ofensiva decisiva contra sus creadores.
Hay una frase curiosa que ayudaría a entendernos el momento vital cual estamos viviendo hoy en día. «Todo lo que está sucediendo en este mundo justo, es útil para Ustedes, muy útil».
Entonces ¿en qué nos beneficiaríamos de la maldad que está viniendo?
Puesto que el hombre, debido a sus sesos demasiado inteligentes, se descapacitó oír a Dios, entonces el Todopoderoso se puso a dialogar con la humanidad a través de los acontecimientos. « Porque la sabiduría de este mundo es locura delante de Dios...». (Apóstol San Pablo, 1 Corintios 3:19)
El que es sabio, debería de oir la llamada invisible de Dios, en medio de toda clase de problemas inminentes, las palabras invisibles de Dios, Él que clama: ¡arrepentíos mis hijos pródigos y vuélvan a Mí!
El tiempo para la paciencia Divina está agotándose, la civilización se hizo imbécil y todos los involucrados, en la destrucción del planeta, inevitablemente responderán ante la ley. Me gustaría creer, que al menos una parte de la población de la Tierra, todavía tiene el rato y el chance para su rectificación.
Comparando a un ser humano con capitán del barco (de hecho, del destino), imaginémoslo estar guiando el velero al destino, según la ruta, con su voluntad libre y deseos. Pero, antes de tocar el timón, manipulando con quilla y velas, habría que preguntar por las condiciones meteorológicas, saber bien la ruta y ver claro el objetivo del navegar.
Espero que mi artículo sea útil para Ustedes, por lo menos en algo. Si necesitarán más información, estoy a sus órdenes. Este sitio web con mis reflexiones traducidas a seis idiomas extranjeros (seis de momento, serán más -- la acotación del traductor), fue creado para Ustedes y con la tradución al castellano ante todo.
¡Feliz viaje capitanes, capitanes de vuestras vidas y vuestros propios destinos!
Yuri N. Lutsenko
Abril del año 2020