En transcurso de mi vida privada recibí un montón de impresiones sobre esta emoción, y no tan solo procedientes desde mi propia experiencia. Primeramente yo era testigo de varias situaciones conflictivas entre personas cercanas, y lo fue no por mis ganas o por la curiosidad, sino por mi presencia ocasional al lado del problema. Pero más tarde, cuando me dediqué a las prácticas de consultas, recibí mucho más ejemplos y matices del fenómeno multifacético llamado los celos.
La clientela que compartía conmigo sus problemas pidiendo la ayuda y consejos profesionales, al final, me llevó hacia cierta comprensión de que los celos solían surgir mayormente en tres casos.
Primero, cuando la infidelidad no hubo realizada en ninguna de sus formas, es decir fue chupada desde el dedo. Segundo, cuando la persona no sabía exactamente si su pareja cometiese la infidelidad o nó, es decir la traición era tan solo supuesta. La tercera razón para el surgir de la tormenta celosa solía proceder a consecuencia de la infidelidad física cometida realmente.
La intensidad emocional depende del tipo de relación establecida entre un hombre y una mujer, así como del conjunto psicológico individual de cada uno de dos personas, las que forman la unión amorosa, es decir de sus rasgos individuales, de sus naturalezas humanas diferentes, unidas en uno entero, lo que juridicamente se llama el matrimonio o concubinato.
Por ejemplo, los celos intensos acechan a uno de los dos, es decir, al que sufre de una vanidad desmesurada y trata a su pareja como nnulidad en el fondo de su propia exclusividad. Esta misma vanidad destruye la autoestima del vanidoso cuando se le niega la reciprocidad y se le provoca en él un enorme aumento de los celos, sobre todo si la elección de pareja recae en una nueva persona del triángulo amoroso, tal vez creada por la imaginación enfermiza del vanidoso.
En otro caso, los celos conducen a sospechas constantes, a veces duran años, creando un ambiente insoportable en una familia o para la pareja de concubinato.
Hay casos, cuando los celos son manifestados por una persona a la que el objeto de su deseo no ha dado ninisiquiera razón para esperar la reciprocidad. Sin embargo, el celoso está continuando con sus ataques y reprochas, causando un daño tangible a la persona a la que va dirigida sus celos amorosos. Los celos fuertes como mínimo pueden arruinar el estado de ánimo, como máximo causar dolor físico, especialmente en personas sensibles.
Los celos (si no son sufrimientos ocultos) dan la mejor alimentación a una armada de demonios quienes 24 horas al día están esperando los pretextos para erigir un muro de China entre dos heridos por Eros, y no importa si están de ligue, sin relaciones serias, o son enamorados verdaderamente. En el segundo caso, cuando el amor es profundo, la persona estará castigada más severo, porque los delitos contra el amor se consideran más graves. «...lo que Dios ha unido, no lo separe el hombre» (Mateo19:6). De tal modo la persona se convierte en un conductor de las tinieblas, adquiriendo para sí mismo problemas adicionales, inesperadas, en su futuro cercano.
No voy a ilustrar aquí mis reflexiones con historias reales, escuchadas y vistas por su humilde servidor. El formato del artículo y la delicatez profesional no me lo permiten. Esas instructivas historias de los celos humanos merecen otro formato, él de una novela literaria o más bien de una telenovela culebrón.
Si una relación amorosa tiene en su origen sensualidad, pasión u otras motivaciones no compatibles con el amor verdadero, entonces esa relación no durará mucho. Uno de los dos «se enfría» en sus sentimientos más rápido y el otro (la otra) va a seguir viviendo con un dolor anímico que durará hasta... hasta la próxima afición.
Si el amor era real y profundo (caso raro), una nueva relación no va a apagar el dolor, tampoco los sentimientos anteriores. Se necesitarán años y años para olvidar la relación anterior y calmarse. Una persona que ama de verdad, con tiempo perdonará la infidelidad, pero la traición permanecerá en la memoria para siempre.
La única manera de normalizar nuestro modo de vivir, mejorándolo, consiste en cambiarnos nuestra actitud hacia el problema. También convencer a nuestra conciencia de que el problema no es tan trágico como parece. Y lo tercero, portarnos más humildes y seguir viviendo, seguir luchando sin llantos y quejas.
En caso de si no lo logramos, entonces firmamos la capitulación, declarando nuestra propia debilidad. Si Ustedes no van a rendirse, el tiempo y su voluntad poco a poco sanarán la herida. Si Ustedes amaron de verdad, entonces, no desearán nada malo a nadie, porque en el verdadero amor la maldad no existe, ni tampoco aparecerá con tiempo, después de la separación.
Cualquier trabajo físico, actividad social o afición, que sean útiles e importantes, están destinados a proporcionarle un apoyo eficaz en los momentos difíciles, acompañados de un dolor emocionalmente insoportable.
¡Activen en máximo su tiempo de ocio, sus músculos y ante todo su cerebro! Hay que distraer la conciencia del dolor que les está persiguiendo, favor siguen practicando sin paradas las actividades sanas y ya verán, con tiempo Ustedes van a llenarse de paz y tranquilidad.
Una persona, para la que el alma no es algo tipo papel mojado, debería tener la comprensión clara clarísima de que los compañeros útiles de su sufrimiento, a veces insoportable, serán la redención y la autoeducación, cuales en fin formarán la persona como una personalidad fuerte. Y los compañantes de los celos, bien conocidos como el resentimiento, la venganza y la mala voluntad, deberían de ser desechados como basura lo antes posible.
Recuerden que en el amor no hay garantías. Es un trabajo conjunto de los dos que aman, él y ella, y si uno de los dos está atrasando espiritualmente, entonces la pareja se separará inevitablemente. Aprendan a amar, sean capaces de entregar a sí mismos en la relación, sin exigir nada a cambio, porque la unión de dos puede ser natural, tan sólo cuando no haya ninguna coacción.
No tengan miedo a los sufrimientos, son inevitables debido a nuestros errores. Al mismo tiempo, cuanto más duros sean los sufrimientos, más rápido Ustedes desharán del lastre de su pasado, y entonces ¡Ustedes subirán un par de escalones más por arriba, en su camino hacia la Vida Sin Tinieblas! Por supuesto, con una y la única condición, ¡si la meta suya sea la Luz!
Yuri N. Lutsenko
Septiembre del año 2023